Biografia
Niñez y vocación

La provincia de Córdoba (Argentina) es conocida, entre otras cosas, por la fuerte impronta dejada por los jesuitas desde 1599. En su ciudad capital, y de manera humilde, nació Pablo Roberto Tissera el 11 de Febrero de 1926, hijo de Rosa Madariaga, costurera, y de Victorio Tissera, suboficial del Ejército. Creció en un ambiente de respeto, obediencia y caridad. Al parecer, de pequeño tomaba alimentos de su casa y los llevaba a niños pobres que buscaba en baldíos cercanos. También, a veces, acompañaba a su padre al cuartel en sus turnos nocturnos; gracias a ello accedía a la biblioteca donde leía libros de historia y copiaba las ilustraciones de soldados con sus uniformes. Quizá influido por costumbres de la época y porque era lo que conocía, Roberto quiso seguir la carrera de su padre. A punto de terminar el colegio primario, fue enviado a Buenos Aires donde Miguel Madariaga, hermano de leche de doña Rosa y hermano jesuita, lo acompañaría a una entrevista con autoridades del Ejército. Pero Roberto regresó a Córdoba desilusionado tras conocer todo lo que implicaba la vida militar.

En 1934 comenzó su instrucción secundaria en el Instituto Monserrat, erigido por los jesuitas, que por entonces era sólo para varones. Tras dos años de estudio y con unos 15 de edad, Roberto planteó a sus padres su elección final: quería ser sacerdote. Y además, jesuita. Posiblemente la cercanía con la Capilla Doméstica de la Compañía lo haya estimulado a acercarse, no sólo por una necesidad espiritual, sino también atraído por la belleza de sus ornamentos. Décadas más tarde dejó constancia del "llamado" que sintió de Dios en una postal dirigida a su amiga y abogada González Espul:

 "Aquí comenzó todo para mí. Aquí, no sé por qué se me ocurre que fue en una siesta de 1942 junto a un Cristo yacente en esta Iglesia de la Compañía donde me crié, creí OIR que me llamaba. Todavía está nítida en mí su Presencia. Pablo. Ahora. 20 - 11 - 1983".

Esta decisión alborotó el seno familiar. Si bien era un orgullo tener un hijo sacerdote, también era doloroso dejar ir al único hijo varón durante 16 años de estudio. Pero ante la insistencia de su hijo, sus padres no pudieron negarse. Fue entrevistado por las autoridades de la Compañía y aceptado como postulante. Ingresó al Noviciado en Córdoba el 1 de Marzo de 1943, continuó durante un año en el Noviciado de Montevideo (Uruguay), y para seguir el Juniorado regresó a Córdoba, donde cursó Humanidades y Letras en el Instituto de Humanidades y Literatura de la Compañía de Jesús. En el Colegio Máximo de San Miguel (pcia. de Buenos Aires) estudió filosofía por cinco años más. En 1953 comenzó su magisterio en el Seminario Menor, y en 1954 continuó, con rango de Maestrillo, en el Instituto Inmaculada de la ciudad de Santa Fe, en la provincia homónima. Le faltaban aproximadamente tres años para ordenarse.