Biografia
Dos hogares para niños y el ultimo gesto

El Padre Tissera, preocupado siempre por el futuro, estaba convencido de que quienes más padecen son los niños de la calle. En principio pensó en hacer una guardería en la zona del Puente Saavedra debido a que la zona era y es un notorio centro de trasbordo de pasajeros de zonas humildes y alejadas, pero no pudo concretarla. Sin abandonar su idea, la moldeó como hogar para niños, y con la solidaridad de la comunidad y la Junta Parroquial consiguieron una casa para este proyecto, que fue refaccionada por albañiles y voluntarios, haciéndola digna y capaz de dar hogar, con todo lo que esta palabra significa, a 20 niños en situación de riesgo o de calle y a sus celadores. En 1987 fue bendecida la que hoy sigue siendo la "Casa de Jesús" (Laprida 2475 - Florida).

Entretanto, la salud del Padre se debilitaba, en parte debido a afecciones anteriores como el tifus sufrido durante las misiones rurales, y por otra parte debido a sus diversas y profundas preocupaciones, el estrés y las depresiones. Por prescripción médica, en dos oportunidades debió alejarse de Buenos Aires (en 1991 por un año, y en 1992-93 por año y medio), descansando en el Centro de retiros de los padres Pasionistas en Colonia Caroya, provincia de Córdoba. Sin embargo, sus feligreses y amigos no lo olvidaban y quienes podían iban a visitarlo cuando podían.

Al regreso de su último retiro, el Padre Pablo pasó a vivir en la Parroquia San Gabriel, siendo párroco el Padre Aníbal Coerezza con quien se conocían desde años atrás. En Santo Tomás Moro fue nombrado el Padre Rafael Rodríguez como sacerdote administrador.

En 1995, junto a las Sras. Martha Mugica, Lucía Larisson y el Padre Coerezza, entre otros, acompañó un tramo de la procesión de la Virgen de Guadalupe en Colombia. Antes de regresar hizo una escala de pocos días en Cuba, de la cual quedó impresionado por la gran fe de sus habitantes y la dura vida que tantos llevaban.

A su regreso, y si bien sus fuerzas se iban consumiendo, siempre con la ayuda de sus feligreses y amigos, buscaba concretar otro proyecto en favor de la infancia y el futuro. El Padre Pooli, de la Parroquia Nuestra Señora de la Guardia, le ofreció en comodato una casa que le habían donado. Quedaba a tan sólo cuadra y media de la "Casa de Jesús". Tras refaccionarla, el 1º de agosto de 1995 nació un nuevo hogar, donde 18 niñas comienzan a vislumbrar un futuro mejor, que es hoy la "Casa de María" (Alsina 2311 - Florida).

Aquel mismo año, los feligreses de la Pquia. Sagrada Familia y varias sedes misionales de su jurisdicción, en el barrio de Carapachay (Vicente López al Oeste), quedaron impactados, perplejos y muy dolidos tras enterarse de que su párroco, sin aviso alguno, había dejado los hábitos al enamorarse de una mujer. Compadecido por el dolor de esas comunidades, y pese a su delicado estado de salud, sabiendo que el Obispo Casaretto buscaba un reemplazante con urgencia, el Padre Tissera se ofreció para tomar su lugar. Se entregó a consolar y reorientar a estas comunidades durante un año y medio, gesto que lo agotó definitivamente. Hacia fines de 1996 regresó a su hogar familiar de Córdoba para intentar recuperarse.