relato de la jornada

28.02.2013 21:50

 

A 15 años de su muerte se homenajeó y se recibieron los restos del Padre Pablo Tissera en la villa de Merlo San Luis, como era su voluntad.

¿Quién fue este hombre que después de 50 años sigue generando tanta pasión?

 “Dios es un maravilloso jugador de truco: Siempre hace las señas adecuadas en el momento oportuno. Lo que pasa es que nosotros somos tan malos jugadores de truco que casi nunca le entendemos las señas”.

Quizás por frases como éstas, el padre Pablo Tissera logró mantener en la memoria de los feligreses su pensamiento central. Pero más allá de la doctrina católica, el jesuita nacido en Córdoba y adoptado por Merlo, supo ganarse un cuadro en la historia de la Villa Turística por llevar una militancia social y comprometerse con la lucha de los más humildes.

 

Será por ello que una multitud de más de dos mil personas el jueves 18 de octubre 2012 recibió los restos mortales del Padre Tissera.

El homenaje arrancó a las 17 en la rotonda de ingreso a la localidad, se dedicaron sentidas palabras, una breve reseña de su vida  para destacar también la lucha social que encabezó a lo largo de la comuna puntana, en Córdoba y Buenos Aires. Y se inició una marcha que tuvo paradas obligadas, una en la Casa del Poeta Antonio Esteban Agüero, otra en el Instituto Monseñor Orzali (del cual fuera fundador hace 50 años) para luego realizar la misa en el Templo Nuevo y más tarde sepultar definitivamente en el patio del Templo Histórico los restos de una figura destacada y muy querida por los merlinos.

 

Entre los presentes había varios familiares del Padre. En el acto estuvieron también acompañando la marcha del coche fúnebre, las autoridades de la Villa, funcionarios municipales, bomberos, policías, agrupaciones gauchas, autoridades eclesiásticas, la Asociación Civil Padre Pablo Tissera y Parroquia Santo Tomas Moro de Vicente López, La Casa del Poeta, Universidad Nacional de San Luis, docentes y alumnos del instituto Monseñor Orzali, del colegio San Francisco de Asís, y vecinos.

En el año 1962 el Padre Tissera inauguró el primer establecimiento secundario (Instituto Monseñor Orzali) en la región de la Villa de Merlo, recuperando para siempre a los jóvenes de la zona que debían emigrar para estudiar.

Los vecinos lo recuerdan como el "cura obrero" y de la "sotana corta".

 “Si bien él estuvo muy poco tiempo en Merlo, porque la mayor parte de su obra la hizo en Vicente López, supo ganarse el corazón de los merlinos. Era y es, símbolo de la humildad, siempre hablando de manera sencilla y con el mate en la mano. Aprovechaba cada ocasión para juntarse con alumnos y docentes, y predicar la cuestión humana, referida a la lucha por los pobres, por la justicia, es decir, para llevar la ley de Cristo a la práctica diaria”, (Rody flores , ex profesor del colegio). Será por todo eso entonces que,  para muchos el sustantivo Pablo Tissera hace un largo tiempo pasó a simbolizar un verbo escrito por acciones de paz, amor, solidaridad y humildad.

Durante el acto de apertura, la intendenta Gloria Petrino explicó que, después de tantos años, la imagen del Padre sigue viva, desde el recuerdo y agradecimiento de quienes fueron testigos de su entrega, sacrificio y amor. “Porque a la par de su investidura, trabajaba el hombre ocupado de los enfermos, ocupado de las almas que parecían perdidas, de los que no querían creer o no tenían fe en Dios; a la par del Sacerdote, trabajaba el hombre preocupado por un proyecto de país”, sostuvo la jefa comunal.

Sin dudas dejó su marca e iluminó los lugares por donde pasó.

Hoy, unos meses después, su sepulcro se convirtió en lugar de visita y devoción para todos aquellos que viven o pasan por Merlo, como buscando en el Padre fuerzas para vivir su mensaje de solidaridad y compromiso.

 

 

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